miércoles, 4 de diciembre de 2013

ICTUS Y FISIOTERAPIA


¿Qué es el ICTUS CEREBRAL?

Ictus —que en latín significa «golpe». Es un trastorno brusco de la circulación cerebral, que altera la función de una determinada región del cerebro.
Son trastornos que tienen en común su presentación brusca, que suelen afectar a personas ya mayores –aunque también pueden producirse en jóvenes– y que frecuentemente son la consecuencia final de la confluencia de una serie de circunstancias personales, ambientales, sociales, etc., a las que denominamos factores de riesgo.
Los términos accidente cerebrovascular, ataque cerebral o, menos frecuentemente, apoplejía son utilizados como sinónimos del término ictus.
El ictus, por lo tanto, puede producirse tanto por una disminución importante del flujo sanguíneo que recibe una parte de nuestro cerebro como por la hemorragia originada por la rotura de un vaso cerebral. En el primer caso hablamos de ictus isquémicos; son los más frecuentes (hasta el 85% del total) y su consecuencia final es el infarto cerebral: situación irreversible que lleva a la muerte a las células cerebrales afectadas por la falta de aporte de oxígeno y nutrientes transportados por la sangre. En el segundo caso nos referimos a ictus hemorrágicos; son menos frecuentes, pero su mortalidad es considerablemente mayor. Como contrapartida, los supervivientes de un ictus hemorrágico suelen presentar, a medio plazo, secuelas menos graves.
(http://www.ictussen.org/?q=node/90)

El ictus tiene un gran impacto en nuestra sociedad. En España es actualmente la segunda causa de muerte en la población general y la primera causa de muerte en la mujer. Además supone la primera causa de discapacidad y genera un gasto muy elevado para los servicios sanitarios y sociales.
El diagnóstico clínico correcto del ictus es difícil, tanto por la riqueza y amplia variedad en su expresión clínica como por la necesidad de hacerlo lo más rápidamente posible. (http://www.msssi.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/docs/EstrategiaIctusSNS.pdf)

Clasificación del Ictus





 Los problemas de los vasos sanguíneos cerebrales pueden ser de dos tipos:

  • Ictus isquémico:  Los vasos están obstruidos dentro. Los coágulos causantes del problema se denominan trombos cerebrales o embolismo cerebral. Causado por una obstrucción del vaso sanguíneo. Este problema se suele producir por el desarrollo de depósitos de grasa en los muros del vaso, lo que se denomina ateroesclerosis.

  • Ictus hemorrágico:  El vaso se rompe, lo que provoca que la sangre irrumpa en el cerebro. Al entrar la sangre comprime el tejido cerebral. Existen dos subtipos de este tipo de ictus, la hemorragia intercerebral y la subaracnoidea. Sucede cuando se rompe un vaso sanguíneo débil. Existen dos tipos de estos vasos débiles que provocan ictus hemorrágicos: los aneurismas y las malformaciones arteriovenosas.




Factores de Riesgo

Sobre todo son:
  • Hipertensión Arterial
  • Tabaquismo
  • Diabetes mellitus
  • Cardiopatías
  • El consumo excesivo de alcohol
  • Anticoagulación




Síntomas que suelen aparecer

En función del área del cerebro afectada pueden producirse muchos síntomas diferentes. Adormecimiento o debilidad repentina en la cara, el brazo o una pierna, especialmente en uno de los lados del cuerpo.
·         Confusión repentina, dificultad para hablar o para entender.
·         Repentina dificultad para andar, mareo, pérdida de equilibrio o coordinación
·         Problemas repentinos para ver en uno o los dos ojos
·         Dolor de cabeza repentino sin que se conozca la causa Cuando el ictus afecta a la región izquierda del cerebro, la parte afectada será la derecha del cuerpo (y la izquierda de la cara) y se podrán dar alguno o todos los síntomas siguientes:
·         Parálisis del lado derecho del cuerpo
·         Problemas del habla o del lenguaje
·         Estilo de comportamiento cauto, enlentecido.
·         Pérdida de memoria Si por el contrario, la parte afectada es la región derecha del cerebro, será la parte izquierda del cuerpo la que tendrá problemas:
·         Parálisis del lado izquierdo del cuerpo
·         Problemas en la visión
·         Comportamiento inquisitivo, acelerado.
·         Pérdida de memoria


Como actúa la Fisioterapia en estos casos


Investigadores del Departamento de Enfermería, Fisioterapia y Medicina de la Universidad de Almería (UAL) han demostrado que la fisioterapia mejora la capacidad funcional, así como el estado neurológico y muscular de personas mayores afectadas por Enfermedad Cerebrovascular (ECV) o Ictus.
En el artículo ‘Rehabilitación domiciliaria en la recuperación funcional de los pacientes con enfermedad cerebrovascular’, publicado en la revista española Neurología, los investigadores han demostrado como, en personas mayores afectadas por ECV, el tratamiento recibido a través de las unidades móviles de rehabilitación-fisioterapia (UMRF) disminuye su dependencia y aumenta su capacidad funcional un 27%. “Tras finalizar el tratamiento más de un 56% de ellos recibieron alta por mejoría sin precisar regresar al hospital para recibir más sesiones de rehabilitación. Asimismo, también mejoró el tono muscular y el estado neurológico, explica la investigadora Remedios López a la Fundación Descubre.
El presente estudio, que incluyó a 124 pacientes que habían sufrido ECV, se desarrolló con la participación del Distrito Sanitario de la provincia de Almería entre enero de 2008 y junio de 2011. “La unidad móvil está formada por un equipo de profesionales multidisciplinar integrado por un médico rehabilitador, cuatro fisioterapeutas, un terapeuta ocupacional y varios celadores conductores”, sostiene López. Y añade: “Todos los pacientes son evaluados previamente al tratamiento rehabilitador y al finalizar el mismo. Éste consistió en el desarrollo de diferentes técnicas de cinesiterapia (ejercicios activos) para reducir las secuelas de la enfermedad y la reeducación tanto del paciente como de su entorno familiar más cercano, adaptándose de forma inmediata a la incipiente situación”. (http://www.sevillaactualidad.com/mas-actualidad/ciencia-y-tecnologia/23277-combatir-las-secuelas-del-ictus-con-tratamientos-de-fisioterapia)
Es muy importante empezar la fisioterapia lo antes posible, ya que es un factor relevante para la recuperación del paciente.
La fisioterapia tiene como objetivos mejorar las capacidades afectadas, recuperar el mayor grado de independencia y aumentar la calidad de vida del paciente. En este proceso, es importante la colaboración e implicación directa de la familia.

Mediante la estimulación y diferentes técnicas, los fisioterapeutas tratan las diferentes alteraciones del paciente basándose en la plasticidad neuronal. La plasticidad neuronal es la capacidad adaptativa del Sistema Nervioso para minimizar los efectos de las lesiones a través de modificar su propia organización estructural y funcional. Algunas de las alteraciones que trata un fisioterapeuta tras un ictus son:
·         Alteraciones del movimiento y de la coordinación
·         Alteraciones del tono muscular
·         Alteraciones del control postural y del equilibrio
·         Incapacidad para caminar
·         Alteraciones sensitivas
·         Trastornos cognitivos
·         Alteraciones de la función pulmonar

El fisioterapeuta también enseñará al paciente y a su familia, la forma de realizar lastransferencias (cambios de postura), cómo colocarse para dormir y otras actividades de la vida diaria (AVD). Sin embargo, es importante que el paciente haga todo lo que le sea posible dentro de sus posibilidades, para estimular así su recuperación.
Otras alteraciones como son: la incontinencia, la depresión, las alteraciones del habla y el lenguaje, la alteración de la deglución (disfagia), se tratan en colaboración con el resto de profesionales del equipo.
En el domicilio, es importante que el paciente siga las instrucciones del fisioterapeuta y siga el tratamiento  de fisioterapia. (http://www.solofisio.com/especialidades/articulo/la-importancia-de-la-fisioterapia-despues-de-un-ictus-128)
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·     Evitar la aparición de úlceras de decúbito, mantener las articulaciones libres y en posición adecuada. Habrá que realizar cambios posturales cada 3 – 4 horas. Muy aconsejable hidratar la piel y no traccionar de las extremidades paréticas y movilización de extremidades.
·         Trabaja la sedestación
·         Ejercicios de control de tronco. Ejercicios activos y activo – asistidos de extremidades.
·         Estimular la independencia del paciente.
·         Estimular la independencia de tareas como aseo, vestido y comida.
·         Ejercicios respiratorios.
·         Tecnicas de inhibición de la espasticidad.
·         Verticalización progresiva.
·         Estimulación propioceptiva y sensitiva.

·         Reeducación de la marcha y ayudas técnicas.















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