¿Qué
es el ICTUS CEREBRAL?
Ictus —que en latín significa «golpe». Es un
trastorno brusco de la circulación cerebral, que altera la función de una
determinada región del cerebro.
Son trastornos que tienen en común su presentación brusca, que suelen afectar a personas ya mayores –aunque también pueden producirse en jóvenes– y que frecuentemente son la consecuencia final de la confluencia de una serie de circunstancias personales, ambientales, sociales, etc., a las que denominamos factores de riesgo.
Los términos accidente cerebrovascular, ataque cerebral o, menos frecuentemente, apoplejía son utilizados como sinónimos del término ictus.
El ictus, por lo tanto, puede producirse tanto por una disminución importante del flujo sanguíneo que recibe una parte de nuestro cerebro como por la hemorragia originada por la rotura de un vaso cerebral. En el primer caso hablamos de ictus isquémicos; son los más frecuentes (hasta el 85% del total) y su consecuencia final es el infarto cerebral: situación irreversible que lleva a la muerte a las células cerebrales afectadas por la falta de aporte de oxígeno y nutrientes transportados por la sangre. En el segundo caso nos referimos a ictus hemorrágicos; son menos frecuentes, pero su mortalidad es considerablemente mayor. Como contrapartida, los supervivientes de un ictus hemorrágico suelen presentar, a medio plazo, secuelas menos graves. (http://www.ictussen.org/?q=node/90)
Son trastornos que tienen en común su presentación brusca, que suelen afectar a personas ya mayores –aunque también pueden producirse en jóvenes– y que frecuentemente son la consecuencia final de la confluencia de una serie de circunstancias personales, ambientales, sociales, etc., a las que denominamos factores de riesgo.
Los términos accidente cerebrovascular, ataque cerebral o, menos frecuentemente, apoplejía son utilizados como sinónimos del término ictus.
El ictus, por lo tanto, puede producirse tanto por una disminución importante del flujo sanguíneo que recibe una parte de nuestro cerebro como por la hemorragia originada por la rotura de un vaso cerebral. En el primer caso hablamos de ictus isquémicos; son los más frecuentes (hasta el 85% del total) y su consecuencia final es el infarto cerebral: situación irreversible que lleva a la muerte a las células cerebrales afectadas por la falta de aporte de oxígeno y nutrientes transportados por la sangre. En el segundo caso nos referimos a ictus hemorrágicos; son menos frecuentes, pero su mortalidad es considerablemente mayor. Como contrapartida, los supervivientes de un ictus hemorrágico suelen presentar, a medio plazo, secuelas menos graves. (http://www.ictussen.org/?q=node/90)
El
ictus tiene un gran impacto en nuestra sociedad. En España es actualmente la
segunda causa de muerte en la población general y la primera causa de muerte en
la mujer. Además supone la primera causa de discapacidad y genera un gasto muy
elevado para los servicios sanitarios y sociales.
El
diagnóstico clínico correcto del ictus es difícil, tanto por la riqueza y amplia
variedad en su expresión clínica como por la necesidad de hacerlo lo más
rápidamente posible. (http://www.msssi.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/docs/EstrategiaIctusSNS.pdf)
Clasificación del Ictus
Los problemas
de los vasos sanguíneos cerebrales pueden ser de dos tipos:
- Ictus isquémico: Los vasos están obstruidos dentro. Los coágulos causantes del problema se denominan trombos cerebrales o embolismo cerebral. Causado por una obstrucción del vaso sanguíneo. Este problema se suele producir por el desarrollo de depósitos de grasa en los muros del vaso, lo que se denomina ateroesclerosis.
- Ictus hemorrágico: El vaso se rompe, lo que provoca que la sangre irrumpa en el cerebro. Al entrar la sangre comprime el tejido cerebral. Existen dos subtipos de este tipo de ictus, la hemorragia intercerebral y la subaracnoidea. Sucede cuando se rompe un vaso sanguíneo débil. Existen dos tipos de estos vasos débiles que provocan ictus hemorrágicos: los aneurismas y las malformaciones arteriovenosas.
Factores
de Riesgo
Sobre todo
son:
- Hipertensión Arterial
- Tabaquismo
- Diabetes mellitus
- Cardiopatías
- El consumo excesivo de alcohol
- Anticoagulación
Síntomas
que suelen aparecer
En función del área del cerebro afectada
pueden producirse muchos síntomas diferentes. Adormecimiento o debilidad
repentina en la cara, el brazo o una pierna, especialmente en uno de los lados
del cuerpo.
·
Confusión repentina, dificultad para
hablar o para entender.
·
Repentina dificultad para andar, mareo,
pérdida de equilibrio o coordinación
·
Problemas repentinos para ver en uno o los
dos ojos
·
Dolor de cabeza repentino sin que se
conozca la causa Cuando el ictus afecta a la región izquierda del cerebro, la
parte afectada será la derecha del cuerpo (y la izquierda de la cara) y se
podrán dar alguno o todos los síntomas siguientes:
·
Parálisis del lado derecho del cuerpo
·
Problemas del habla o del lenguaje
·
Estilo de comportamiento cauto,
enlentecido.
·
Pérdida de memoria Si por el contrario, la
parte afectada es la región derecha del cerebro, será la parte izquierda del
cuerpo la que tendrá problemas:
·
Parálisis del lado izquierdo del cuerpo
·
Problemas en la visión
·
Comportamiento inquisitivo, acelerado.
·
Pérdida de memoria
Como
actúa la Fisioterapia en estos casos
Investigadores del
Departamento de Enfermería, Fisioterapia y Medicina de la Universidad de
Almería (UAL) han demostrado que la fisioterapia mejora la capacidad funcional,
así como el estado neurológico y muscular de personas mayores afectadas por
Enfermedad Cerebrovascular (ECV) o Ictus.
En
el artículo ‘Rehabilitación domiciliaria en la recuperación funcional de los
pacientes con enfermedad cerebrovascular’, publicado en la revista española
Neurología, los investigadores han demostrado como, en personas mayores
afectadas por ECV, el tratamiento recibido a través de las unidades móviles de
rehabilitación-fisioterapia (UMRF) disminuye su dependencia y aumenta su
capacidad funcional un 27%. “Tras finalizar el tratamiento más de un 56% de
ellos recibieron alta por mejoría sin precisar regresar al hospital para
recibir más sesiones de rehabilitación. Asimismo, también mejoró el tono
muscular y el estado neurológico, explica la investigadora Remedios López a la
Fundación Descubre.
El presente estudio, que incluyó a
124 pacientes que habían sufrido ECV, se desarrolló con la participación del
Distrito Sanitario de la provincia de Almería entre enero de 2008 y junio de
2011. “La unidad móvil está formada por un equipo de profesionales multidisciplinar
integrado por un médico rehabilitador, cuatro fisioterapeutas, un terapeuta
ocupacional y varios celadores conductores”, sostiene López. Y añade: “Todos
los pacientes son evaluados previamente al tratamiento rehabilitador y al
finalizar el mismo. Éste consistió en el desarrollo de diferentes técnicas de
cinesiterapia (ejercicios activos) para reducir las secuelas de la enfermedad y
la reeducación tanto del paciente como de su entorno familiar más cercano,
adaptándose de forma inmediata a la incipiente situación”. (http://www.sevillaactualidad.com/mas-actualidad/ciencia-y-tecnologia/23277-combatir-las-secuelas-del-ictus-con-tratamientos-de-fisioterapia)
Es muy importante empezar la
fisioterapia lo antes posible, ya que es un factor relevante para la
recuperación del paciente.
La
fisioterapia tiene como objetivos mejorar las capacidades
afectadas, recuperar el mayor grado de independencia y aumentar la calidad
de vida del paciente. En este proceso, es importante la colaboración e
implicación directa de la familia.
Mediante
la estimulación y diferentes técnicas, los fisioterapeutas
tratan las diferentes alteraciones del paciente basándose en la plasticidad
neuronal. La plasticidad neuronal es la capacidad adaptativa del Sistema
Nervioso para minimizar los efectos de las lesiones a través de modificar su
propia organización estructural y funcional. Algunas de las alteraciones que
trata un fisioterapeuta tras un ictus son:
·
Alteraciones del movimiento y de la coordinación
·
Alteraciones del tono muscular
·
Alteraciones del control postural y del equilibrio
·
Incapacidad para caminar
·
Alteraciones sensitivas
·
Trastornos cognitivos
·
Alteraciones de la función pulmonar
El
fisioterapeuta también enseñará al paciente y a su familia, la forma de
realizar lastransferencias (cambios de postura), cómo colocarse
para dormir y otras actividades de la vida diaria (AVD). Sin embargo, es
importante que el paciente haga todo lo que le sea posible dentro de sus
posibilidades, para estimular así su recuperación.
Otras
alteraciones como son: la incontinencia, la depresión, las alteraciones del
habla y el lenguaje, la alteración de la deglución (disfagia), se tratan
en colaboración con el resto de profesionales del equipo.
En el
domicilio, es importante que el paciente siga las instrucciones del
fisioterapeuta y siga el tratamiento de fisioterapia. (http://www.solofisio.com/especialidades/articulo/la-importancia-de-la-fisioterapia-despues-de-un-ictus-128)
--> Fisioterapia <--
· Evitar la aparición de
úlceras de decúbito, mantener las articulaciones libres y en posición adecuada.
Habrá que realizar cambios posturales cada 3 – 4 horas. Muy aconsejable
hidratar la piel y no traccionar de las extremidades paréticas y movilización
de extremidades.
·
Trabaja la sedestación
·
Ejercicios de control de tronco.
Ejercicios activos y activo – asistidos de extremidades.
·
Estimular la independencia del
paciente.
·
Estimular la independencia de tareas
como aseo, vestido y comida.
·
Ejercicios respiratorios.
·
Tecnicas de inhibición de la
espasticidad.
·
Verticalización progresiva.
·
Estimulación propioceptiva y sensitiva.
·
Reeducación de la marcha y ayudas
técnicas.
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